jueves, 26 de junio de 2014

SOCIÓLOGOS EN CRISIS

TITULO DE LA COMUNICACIÓN QUE PRESENTARÉ EN BILBAO.  FACULTAD DE SARRIKO. 19.30 h.

CONGRESO SOCIOLOGÍA  14 Y 15 DE JULIO.

UNA DIATRIBA CONTRA LOS SOCIÓLOGOS Y LA SOCIOLOGÍA AMAESTRADA E INTERVENIDA POR EL PODER.

¡ SILENCIADA ! ¡ ANESTESIADA !

domingo, 15 de junio de 2014

EL CHIMBO Fénix. Olalba. Poemas de La Primavera. En Agradecimiento

Reabro el Blog con una nueva serie poética con algunos Poemas dedicados a

OlalbaLa Estrella del Sur,
encontrada en mitad de "la Tormenta Perfecta" que me asoló. 

Una tranquila, firme y suave Ancla, que me protegió... Y PROTEGE 

¡Que os gusten!


CHIMBO : Pequeño Pájaro Vizcaíno casi extinto.

Los cazaba de adolescente. 
Me exigieron las primeras astucias.
La cuadrilla del barrio me puso su nombre de mote.

Eran pájaros mosquiteros.
Tenían, como yo, la lengua muy larga. 
...Ellos, más benigna. 



OLALBA. DE NOCHE [1]. Yo, y el Alba. -

Tenía la noche, traviesa sureña,
en brazos, muerto a Marzo, que sobrevivía.
Tenía trazos blancos.
El resplandor de Malevich.
Presentía Abril tras aquel añil
y la falda criolla de un día con estrellas.

Tenía la noche ganas de sí[2];
un silencio de cuna;
los ojos glaucos, glandulados de laurel;
manos de mujer
y cabeza de niña con pijama y zapatillas.

Dos traviesas de rail desorbitadas[3],
tenía el tren de la noche.
Podía oír su vapor,
y sus estelas de almendra, partir,
queriendo ganar la paz;
quitarse el frío con un vestido tela de leche

La carne desnuda recogía las luces;
niñas y enanas caídas,
rojas de vergüenza;
yemas yermas.

Podía oír temblar y gritar a los candados de Houdine,
convertidos en salamandras y tritones, devorándolas.

Hemos de salir de este amor sin besos, de viejos.
Entrar en anises de Abril...
Verde y brillante ven al rojo 
el laurel y el eucalipto en mayo sin gafas[4].

Ganas tenía de abrir la noche [5];
los candados tatuados lloraban albas…
colores perdidos, Olalba.

Tanto abrió los ojos la noche
que, a quemarropa,
clareó una hora antes

Ha vuelto el aliento a mis dedos y el alimento a mi boca;
al costado yacen descansos de hombre.
Yace tu pregunta,
y un asentimiento de hombros, nace tu elección.



[1] Nombre poético de la Mujer
[2] Juego entre ganas de obtener el sí de ella y tener ganas de todo “el ser” propio de la noche: misterio, deseo, profundidad, sentimiento…
[3] Ojos
[4] Juego entre el mes de mayo y el árbol erguido como un mayo
[5] Homofonía con Abril.

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HOLA A LA CARNE

Carne de Scherezade;
carne cubierta y olvidada.
Los ojos de los dedos te descubren y recuperan;
carne fría y extrema de lo oscuro.

Edificio de carne sin ventanas;
con andamios de nuevo y cristaleras.
Me acerqué a limpiar el vaho.
Apareció el carrusel festivo con nervios de cadenas,
girando intranquilo.

El Febrero desorientado de los catorce,
tuvo tactos de nieve de Sir,
en un Norte y Sur que se desconocen.

Y tuvo, al menos, dos dieciochos.
Dama y Caballero Templarios.
Templados y destemplados, meditando…
la carne en su templo, el hollín que cae.

Oda triste y alegre a la carne.
Hola con carne.
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Poemario "La Escalera de Mantequilla". ( Parte 1ª )

     - COMO RATONES - 

Gatos con botas exploradores,
ascendimos sin conocimiento,
caracoleando como ratones[1]
a edades de piedra,
viejos desvanes catedralicios con memoria de ocultos y doctos vicios.

Albañiles sin oficio
descubrimos escondidos
cofres de reliquias con caricias de Lilith,
naturales aceites sin afeites;
escolanías de geishas. 
España y Francia.
Un delfín con comezón en el comienzo, Nín con Anaís.

Dos gatos sin botas aprenden allí,
en la intimidad de los rincones,
a juntar especie y especias;
husmean las luces del mar que humean incienso en la oscuridad
y enredan dulcemente sus bigotes;
roiéndose tímidamente, despiertan los géiseres de Eva y Adán.



[1] En lugar, para nosotros, señalado, descubrimos una escalera de caracol no más ancha que cuarenta centímetros que sube a lugares desangelados algo destartalados y descuidados. Por ella subimos Olalba y yo una espléndida tarde de abril después de tomar el sol y café. Los pasos de personas arriba y debajo, resonaban por la tarima de madera y nos alarmaban. Entre risas estuvimos un buen rato a gusto con la comezón de ser descubiertos. Jóvenes estudiantes.


- LA ESCALERA DE MANTEQUILLA- ( 2ª Parte )

Olalba, 
mi mujer más despistada…
¿He de ser yo quien responda tu pregunta a la flor?
¡Sí; tienes un hijo Varón!
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¡ Dios; su perfume !
Sus ojos de bruma.
Chocolate Bailey´s.

La carne de talco;
los pechos de verano;
panes de mármol blando.
Y el asiento de fresca hierba en Bilbao.

¡ Ay, ratoncillos; pececillos !
os gusta esta mantequilla.
Hacer pequeñas trastadas,
Y, a hurtadillas,
andar por las azoteas a zancadas;
hacer equilibrios en los bordes de romanas calzadas.

Os siento siempre entrañables,
recogidos… tiernos vigías.

Os orilláis, amantes,
porque el sol os da en la pupilas.
y os jugáis el tipo inocentes,
trasteando como cuatreros muletillas,
astados cuatreños,
sobre la Ronda acantilada de preciosas mamblas
que semejan hipos, hijos, caballitos de mar…
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En la oscuridad
le robamos al cielo fascinado, su claridad.
A tientas, palpamos los higos ambrosíos
y los degustamos.

Comulgamos óbolos harinados
tomados de las nubes,
que encendemos.
Lucernarias;
farolillos de Oriente.
Y resbalamos por San Telmos de Flix
sintonizando Radio Paris.

Extrañamente,
la primavera llegó mansa y caliente;
con color vainilla,
vainillas y coloretes de adolescente;
el zurrón, con algunos ausentes.

¡Dios; su perfume!
Como una folía canaria cantada y bailada, Olalba.

Promesa de hallar membrillos
crecidos en torreones al alba llenos de cañones.

Escribo en su cuerpo firme
con la voz y los dedos.
Y lo firmo con gusto;
lo afirmo y me reafirmo.

Mareados y algo trastabillados,
escalamos el fortín.
Lo vadeamos subidos en alfombra de Hamelín
hecha con ojos de terciopelo embriagado.

Un  río en el cielo.
Embrujado; untuoso y fastuoso
que corre entre verdes hayedos y umbrías
huyendo de eucaliptos sin fuero,
desflorados.
Riberas son de un prudente Guadalquivir, vivo.

En las nubes nos vimos cogidos de mano y cintura
a la fuga, sobre un dirigible Zeppelin.

Alzados.
Serenos en una escalera de mantequilla.
Indocumentados.
Proscritos.
Naturales.
Irremediables.
¡ Dios. Su perfume ! [1]

Quiero amarte de una manera suave y distinta.
Distinguido, y con distinción,
aun después del incendio y la extinción.
Sentir a Onetti y la honestidad;
la hombría contigo, y con la soledad.

Con la alborada tuya recobrada.
Recobrado.
Deseada, Olalba,
cuando desees... Ser un río.


¡Larga Vida a una república en este rio !



[1] Como el que dá nombre a mi hija.


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QUEMARSE

Marco Polo en tu Amazonía,
Yo, ví la maravilla
de nieve en la selva,
caramelo de quemar;
ponerse abrigo y bufanda…salir a pasear
por una inexistente ciudad.
La cara de tomate caliente y nata.

Vi un sol canicular trabajar hacendoso
huertas de cereal con agua de sanar.

Y, guerrero pacífico,
vi a un río enorme, pararse;
ponerse a escuchar y tutear
las fanfarronadas del arrogante mar
con ojos de bizco estudiante.

Delante de mí, le vi quemarse hasta arder.
Te viste con Marco Polo y naciste



AMA LURRA.

- Olalba de Abril -

Sin saber nada,
creo que la felicidad
tiene ojos de Holanda,
cabellos de montaña y piel mora.

Tiene… una boca periodista
que ríe manzanas blancas.
Licores de más allá de la Amistad.

Es primavera.
Estoy perdiendo sol y no me importa.
Tampoco a él,
que como yo, es de miel.

Tiene, tiene… la voz queda ¡de verde inglés!.
Camisa y pantalón ceñido y vaquero;
y un no sé qué que me lleva y envuelve,
de monja limpia y nueva de convento
con lentillas de leve viento que bebo y me adormecen.

Tumbado estoy en el centro del “laberinto”[1].
Cerca de mí, discurre[2] un río con flores, sin laberinto.

                                                                                           
Recordando a Olalba de Abril
Tumbado en El Laberinto de Ama Lurra.



[1] Lugar de reflexión que tiene esta comunidad hecho con piedras, formando un laberinto, por el que pasean , meditan, se preguntan cosas y esperan respuestas de un algo inteligente que llaman campo.
[2] Pienso tranquilo y conforme conmigo mismo mientras, al lado, oigo el discurrir del río.

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La tierra del rey herido
no es más que un páramo sediento 
de la lluvia de vuestro esplendor. 
(Esta estrofa, no es mía; está tomada de una Película)

..........................................................................

Se veían la fiebre y la mantequilla
Y ¡Oh, milagro; se entendían!

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Cayó la mañana
tan violentamente a mis ojos,
que les aplastó el corazón.
Solo sobrevivió la voz.
Estoy aprendiendo a querer
sin la linterna de aquellos dos;
sencillamente, escucho tu boca,
y cojo las manos de tu risa.

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Estás como yo.
Tienes el daño de un adiós de años;
de un amor de muchas añadas.

Hiere tu rostro,
a través del reflejo de mi espejo.

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Se ha muerto la fiebre
y la busco en ti enterrada.
Me la arrancan de cuajo; 
sellan mis heridas...
Se abre la tuya.
…Querría enfermar.

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Llego a tu casa; la puerta abierta.
Encuentro un hola
…y entro porque desde el siete siete [1],
algo dentro había.
Estoy queriendo entrar y tu, salir.
…Queriendo salir. 
Tu, entrar.

[1] Juego entre el Año de conocernos -1977- y mi herida actual amorosa.

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Poeta y Musa.
¿Qué pasará en la mitad del desbarajuste?
Lo de siempre; nunca la paz

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Te buscas. Me miras.
No hayas la alegría del vendaval.
Y te asustas.

Decidme hola.
Soy la I y la J.
El cordero de Dios
Isaac con Jesús.

...........................................

Mis palabras con levadura atan las tuyas.
Les añaden ligaduras.

Para soltarte,
vas a tener que darte un empujón.
Amarme o decirme adiós.

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Estoy tan triste que hasta el río me parece un pantano helado.
Ay, Ángel de la muerte;
lo eres por golpearte contra la vida.


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Cada día, un verso.
Remo que mueve el río.

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¡Ah! Vicente tunante; malandrín.
Es Febrero y de tanto aire
estás sin azul sombrero.
Sin tuercas ni tornillos,
al principio y al fin.

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COPLAS DEL REY ALFONSO
  • ¿A quién esperas, río, para cruzar el mar esta primavera?
  • Al rey Alfonso.
  • ¿Crees que vendrá?
  • Sí y le declararé mi amor.
  • Le asustarás.
  • Me da igual. Con sus cabellos rubios me cruzará. Ya verás.
  • No te creo.
  • Créeme. Lo verás.
  • Me alegraré y me pondré triste. Nunca aprenderé. Me moriré.